Las y los integrantes de Futuro 21 llamamos a la ciudadanía a participar decididamente en favor del mayor esfuerzo político realizado en los últimos tiempos para articular las demandas de los electores y que se encuentra representado por la Coalición Va Por México. Llamamos a transformar el desencanto con el actual gobierno en mayor participación electoral para apoyar el esfuerzo nacional de ofrecer a la sociedad un instrumento eficaz y democrático para contener el deterioro que la 4T impone a las instituciones de nuestro país. En este sentido, rechazamos las apreciaciones del dirigente del Partido Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, quien en una carta dirigida a Andrés Manuel López Obrador y publicada en el periódico Reforma el pasado domingo 28 de febrero de 2021 afirma, entre otras cosas:
“La Coalición Va Por México es la oposición que querías y necesitabas. Una oposición construida por los partidos que la gente alejó del poder. Una oposición por la que los mexicanos conscientes no van a votar. Una oposición con la que pretendes seguir siendo amo y señor del Congreso”.
Es del dominio público el papel que la organización “Movimiento Ciudadano” ha jugado a lo largo de nuestra transición hacia la democracia: siempre del lado del poder y en la búsqueda desesperada de votos suficientes para mantener su registro y prerrogativas. Y hoy que México requiere de la unidad opositora para enfrentar la deriva autoritaria lopezobradorista, Dante Delgado promueve la división. No solamente propone a gente del espectáculo, tránsfugas de otros partidos y a algunos activistas despistados como candidatos, sino que en los hechos apoya la consolidación del monopolio político que el actual gobierno busca imponer a la sociedad. Su “oposición política” juega el mismo papel que desempeñan los partidos satélites: obstaculizar el cambio político democrático en favor de la ciudadanía.
El suyo no representa a un partido opositor, sino que aprovecha la coyuntura electoral para constituirse en un partido “atrapatodo”, excesivamente pragmático y sin programa político alternativo. MC se ha constituido en un partido personal sometido férreamente a los criterios de su propietario y que con su actual estrategia electoral contribuye a la peligrosa personalización de la vida pública nacional. Su idea de un partido de “notables” no constituye un nuevo polo electoral. Más bien, MC se ha convertido en un partido patrimonial sujeto a los designios de su líder que pretende constituirse en una máquina electoral sin raíces organizativas, pero respaldada por la trayectoria individual de diferentes personalidades cooptadas como candidatos, a quienes pedimos no se dejen sorprender y no permitan que se instrumentalice su nombre.
Las candidaturas tienen incidencia directa en la representación política. Ellas encarnan la oferta política diferenciada, permiten estructurar el contenido del voto y las alineaciones político-ideológicas, al tiempo que posibilitan al elector optar y decidir. La calidad de la representación política está determinada por la mayor o menor influencia que tiene la ciudadanía en la selección de los candidatos. Por ello, en Futuro 21 estamos convencidos de que la designación vertical que caracteriza a algunas organizaciones denota falta de democracia interna.
Las próximas elecciones del 6 de junio demostrarán que las ciudadanas y los ciudadanos tomamos en consideración los perfiles de los candidatos, pero también las propuestas y la coherencia histórica de los partidos políticos. Ciertamente no existen partidos perfectos, pero ellos son, y continuarán siendo, una proyección representativa de la sociedad civil. Su principal desafío consiste en penetrar a la sociedad para articular el consenso ciudadano e incidir en la toma de decisiones. Esta es la oferta política que proyecta la Coalición Va Por México al incorporar candidatos y candidatas ciudadanos realmente comprometidos con la democracia.
La alternativa democrática al populismo no se construye saboteando la unidad opositora cuando el país más la necesita. En estos momentos, los partidos se encuentran en un proceso de renovación de sus estructuras e identidades políticas, y nosotros apoyamos este proceso porque significa aportar a la consolidación de un sistema de democracia de los partidos en México. La estrategia de Dante Delgado busca desacreditar los mecanismos democráticos de la representación basados en los partidos políticos y el sistema electoral vigente. Los partidos deben seguir siendo el vehículo por excelencia de la competencia para alcanzar el poder político. Son los instrumentos para la expresión del pluralismo y la manifestación de la voluntad colectiva. Ellos estructuran el voto, tienen la función de la socialización y la responsabilidad de evitar la personalización del proceso político que es típica de las degeneraciones democráticas.
Por ello, invitamos a las ciudadanas y a los ciudadanos a sumarse a este gran esfuerzo organizativo que se reconoce en la cultura liberal, justicialista y democrática, y que se compromete decididamente con su difusión y desarrollo.
Ciudad de México a 3 de marzo de 2021