En Futuro 21 promovemos el análisis crítico y el diálogo, por ello invitamos a expertos en urbanismo para discutir el «Plan General de Desarrollo de la CDMX«, propuesto por la jefatura de gobierno. Este espacio contó con la moderación de Ricardo Pascoe.
Un proyecto ilegítimo y sin participación ciudadana
Este documento no cumplió con los plazos y tiempos que establece el Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva de la CDMX, al igual que los plazos y tiempos que se plantean como la consulta con los técnicos y la ciudadanía, previo a la presentación al Congreso. De acuerdo con Ricardo Pascoe esto es un “reflejo del método de gobernanza de Morena: centralista, personalista y partidario”.
Para Laura Ballesteros, no es posible avanzar en el desarrollo de la ciudad cuando se trata de un proyecto ilegítimo, no hubo discusión abierta para generar las condiciones legales para planear, se trata pues de un vicio de origen. Lo que lleva a preguntarse ¿qué tipo de gobierno quiere llevar Claudia Sheinbaum?
Este Plan General de Desarrollo de la CDMX no solamente incumple con requisitos formales que establece la ley. “Hubo una usurpación, con el argumento de no querer incumplir tiempos constitucionales” según la perspectiva de Mauricio Tabe, coordinador del Congreso por el PAN en la CDMX. Comentó que más que ser un instrumento técnico, debe ser un instrumento político, resultado del diálogo público. La fortaleza no radica sólo en lo conceptual, sino también en el compromiso de los entes públicos y los actores sociales e incentivos que aseguran que se cumplan los planes.
Falta de rigor en la investigación
Se trata de un diagnóstico a muy corto plazo, donde “se generan culpas a las administraciones anteriores”, según las palabras de Gerardo Sigg, director de Atelier URBANITAS, quien añadió que uno de los problemas del crecimiento del suelo tiene que ver con un universo desarticulado y no vigente en la CDMX y para encontrar las causas se necesita ver más atrás. Falta también investigar cómo está compuesta la propiedad, qué tanto es privado y qué tanto es público. En cuanto al encarecimiento del suelo, según Sigg, nunca se logró desentrañar en el documento el porqué se ha generado ese encarecimiento y “mientras no se regule desde una perspectiva de riqueza comunitaria, será difícil».
Para el político y economista José Carlos Díaz Cuervo, es un avance que por primera vez se plantee una visión a 20 años, lo que hacía falta, porque siempre son planes sexenales o a cinco años. Pero la visión centralizada de la CDMX afecta de manera negativa, ya que en sus palabras “si no reconocemos que vivimos en una megalópolis y lo que sucede en el Estado de México impacta acá, no estamos entendiendo.” Por lo cual, valdría la pena pensar en un cuarto orden de gobierno, uno metropolitano, ya que “parece que se trabaja de una manera muy aislada».
Un plan con exceso discursivo y falta de estrategia
Para el político y ambientalista Gabriel Quadri, se trata de un exceso discursivo que no puede ser aplicado en el mundo real, porque el gobierno de la ciudad no tiene instrumentos. Muchas cosas competen al ámbito privado, ya que no tiene instrumentos de política: regulaciones, normas, impuestos, instrumentos económicos, que no tiene el plan. Sólo se repite el discurso aspiracional, pero no dice cómo.”
Hizo hincapié en la ausencia del enfoque público que “es lo esencial en una ciudad, que no pueden ser ofrecidas por el mercado, las empresas ni los individuos, que es la tarea del Estado.” Subrayó la ausencia de información o enfoque desde las empresas privadas, “hay un temor muy claro sobre la empresa privada. No se menciona quiénes serán los actores, ni cómo se financiará”.
Falta de visión ecológica y resiliente
Para Quadri, 25% de energía renovable que se establece en el documento, es muy poco e irrelevante para efectos de la realidad de la ciudad. Considera que es para no entrar en colisión con el gobierno federal, porque la ley de transición energética y ley de cambio climático establecían que para el 2024, 35% de la energía se iba a emplear con energías limpias. Uno de los retos para minimizar la huella ecológica de la ciudad es fundamental enfocarse en la densidad y la verticalización de la ciudad y la movilidad colectiva y no motorizada. Temas que no tocan en el proyecto de la CDMX.
Por otro lado, de acuerdo a Laura Ballesteros, la resiliencia de la ciudad no es el eje central, lo que pudo haber sido herencia fundamental. “Siempre se tiene que partir desde el enfoque de la resiliencia y la emergencia, porque las condiciones de la CDMX desde la parte sísmica y de gobernanza así lo requieren.”
Retos frente a un plan ilegítimo y poco riguroso
Para Jorge Carlos Díaz-Cuervo la atención debe estar en que se constituya el Instituto de Planeación Democrática y se retomen los trabajos para crear el Plan General de Desarrollo de la CDMX. De acuerdo a Gerardo Sigg, se trata de una oportunidad para reconducir a un proceso de participación ciudadana a través del instituto para enriquecerlo e incorporar lo que falta, como la huella ecológica, para que no se se trate de un instrumento meramente declarativo.
Falta aclarar el mecanismo de financiamiento, porque para Gabriel Quadri, el gobierno debe recuperar las plusvalías, incluso comenzar a hablar sobre el impuesto al carbono. “Es momento de decirle no a la jefa de gobierno, y no sólo a la oposición”, reiteró Laura Ballesteros, sin dejar de lado la falta de jerarquización que sólo logrará que el Plan de desarollo de la CDMX se quede en una carta de buenas intenciones.
Agenda ciudadana
En Futuro 21 promovemos la reflexión y discusión para crear una agenda común con otras organizaciones civiles de cara a las próximas elecciones de 2021. Buscamos unidad de acción entre colectivos ciudadanos y partidos políticos para construir una mayoría democrática en la Cámara de Diputados. Te invitamos a conocer más acerca de nuestra agenda ciudadana.